Hay proyectos cuya concreción se ha prometido tantas veces, que suelen quedar como una expresión de deseo y también de impotencia. Ello sucede, por ejemplo, con el dique Potrero del Clavillo, ubicado sobre las faldas orientales del Aconquija, cuya piedra basal se colocó el 25 de septiembre de 1974, es decir hace 39 años, con la presencia de los gobernadores de Catamarca y de Tucumán. Hace pocos días, el gobernador anunció su construcción.
El secretario de Obras Públicas de la Nación dijo que en diciembre realizarán un viaje a China y a Rusia para conseguir inversores. Afirmó que los inversores extranjeros se harían cargo del 85% de los $3.500 millones que costará la obra, mientras que el 15% restante provendría de La Nación. Señaló que se devolverá ese dinero con la producción de la represa. "Se paga durante 15 años -con otros cinco años de gracia- con la energía que se generará. Luego, la Provincia puede vender energía; es decir, la represa pasa a formar parte del patrimonio de Tucumán", sostuvo el funcionario oriundo de Concepción.
Mucha agua pasó bajo el puente -pero no llegó nunca al dique- desde 1974. La paralización del proyecto se produjo por orden del ministro de Economía del gobierno militar, José Alfredo Martínez de Hoz, que priorizó la construcción de la presa de Yacyretá. El argumento que se empleó fue que el NOA era un consumidor modesto. En distintos momentos, a lo largo de más de tres décadas se propuso la reactivación del proyecto. En abril de 1986, se pensó solicitar al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) 1,5 millón de dólares para comenzar a concretar la obra. En abril de 1993, en el marco de la integración económica Norte chileno-argentino, el entonces gobernador de Catamarca anunció que había iniciado los trámites para ceder la construcción de la presa a inversores chilenos y argentinos.
En agosto de 1996, legisladores tucumanos y catamarqueños intentaron retomar las gestiones para que la Secretaría de Obras Públicas de la Nación formalizara las bases para llamar a licitación. Se dijo que las obras se harían totalmente desvinculadas del Canal Federal y que se preveía la sistematización integral de las cuencas de los ríos Gastona y Medina y la ejecución del embalse moderador de Villa Lola. En noviembre de ese año, desde el Gobierno provincial se anunció que la erección del Potrero del Clavillo estaba contemplada en la última acta de reuniones por el Canal Federal y que se haría en seis años. En octubre de 2004, el Círculo de Legisladores de Tucumán reflotó el proyecto y le solicitó al gobernador que hiciese las gestiones para que la obra fuera declarada de interés nacional y se financiara con fondos del BID. En abril de 2005, legisladores tucumanos anunciaron que impulsarían que la pavimentación de la ruta 365 hasta Cochuna y el Potrero del Clavillo fuesen declarados obras prioritarias para la región. Ninguno de los pedidos se concretó.
Tucumán viene experimentando problemas con la provisión de agua a causa de la sequía que se profundizará en los próximos años, según los expertos. Una vez más, las palabras de los gobernantes se han acordado del Potrero del Clavillo. Sería importante que las grandes obras hidráulicas que necesita la provincia se concretaran y no se defraudara nuevamente a los tucumanos con esta promesa que en 2014 cumplirá 40 años.